CREATIVOS
Soy Annie.

La creativa detrás de Vala Blanca.
La que sueña, la que corre, la que nunca se queda quieta, la que vive en un torbellino de ideas, colores, pieles, materiales, vuelos de avión, risas, lágrimas y arte.
Trabajo con un equipo maravilloso —seres humanos de manos mágicas—, pero déjame contarte un poco de mí.
Brevemente…
Porque si te contara mi historia completa, no habría páginas suficientes para contenerla.
Soy hija de dos padres asombrosos.
La vida me regaló al mejor papá… no solo como papá, sino como amigo, maestro, brújula, compañero de aventuras.
Si existiera otra vida, lo escogería otra vez, sin pensarlo.
Un hombre trabajador, soñador, honesto, compartido y enamorado de la vida en exceso…
Y bueno, así soy yo también:
una mezcla de torbellino, pasión, locura, curiosidad e intensidad infinita.
Nunca pude estar quieta.
Amo aprender, amo crear, amo preguntarme “¿y si…?” todos los días.
Primero elegí estudiar hotelería, porque creí que ese era el camino.
Pero la vida —y mi espíritu inquieto— me empujaron a la moda.
Y ahí… ahí empezó mi combustión interna.
Pero no terminó ahí.
En la moda descubrí un arte que me tocó el alma de una manera extraña, profunda, casi sagrada:
el arte de los zapatos.
Porque para mí, un zapato no es un zapato.
Es un objeto de arte que te acompaña en la historia de tu vida.
Es lo que te sostiene cuando sueñas, cuando corres, cuando caes, cuando te vuelves a levantar.
Cuando mi abuela paterna partió de esta tierra, lo único que me hacía sentir cerca de ella era usar sus zapatos.
Ahí supe que este amor no era casualidad.
Era herencia.
Era destino.
Desde entonces, cada diseño que hago…
lo hago pensando en ti, en tu camino, en tu historia, en tus cicatrices, en tu magia.
Quiero que camines con algo que hable, que respire, que te cuente cosas mientras avanzas.
Me encanta experimentar.
He creado con piel auténtica, con Recos (esa piel preciosa hecha a base de maíz y algodón), con texturas que encuentro en rincones del mundo.
Amo ambos materiales:
son resistentes, nobles, duraderos, llenos de posibilidades poéticas.
No creo en los zapatos comunes.
Jamás verás algo ordinario aquí.
Todo tiene un toque artístico, experimental, inquieto…
algo que te recuerde que la vida también es para jugar, para atreverte, para sentir.
También creo en la exclusividad —no por lujo, sino por magia—.
Depende del diseño, creamos entre 6 y 130 pares,
pero por lo general solo 36 pares por diseño.
Porque lo especial no se repite.
Porque tú mereces caminar con algo que solo tú tendrás.
Tengo estudios de moda —muchos—, pero eso no es lo que me define.
Lo que realmente me define es que soy una loca enamorada de la vida:
de sus texturas, sus aires, sus culturas, sus sabores, sus silencios, sus sorpresas.
He viajado por más de 30 países,
y te prometo que no puedo estar quieta más de un mes en un lugar.
Ese caos hermoso me inspira:
nuevas personas, colores que nunca había visto, historias que se quedan en la piel…
Todo eso vive en mis zapatos.
Así que ten por seguro:
cuando tengas una Vala Blanca en tus manos, tendrás algo único.
Tendrás un pedazo de mi locura, de mi viaje, de mis raíces, de mi arte.
Tendrás un objeto de alma.
Si quieres escribirme, hablar conmigo, soñar conmigo,
aquí estoy:
📩 valablancaproject@gmail.com
Gracias por leerme.
Gracias por estar aquí.
Gracias por creer en el arte que se camina.
— Annie
la que nunca se detiene.
EL MILAGRO DETRÁS DE CADA PASO
Dicen que los zapatos llegan a tus pies…
pero antes de llegar a ti, pasan por un pequeño universo de magia humana.
Y en Vala Blanca, esa magia tiene nombre, manos, historias y corazones que laten fuerte.
Vala Blanca no soy solo yo.
Vala Blanca es un equipo —el mejor que pudiera imaginar—
un grupo de soñadores que convierten materiales, ideas y locuras en arte que se camina.
Mariana
Mariana es la primera voz que escucharás y el último detalle que revisará.
Ella te escribirá por WhatsApp, te resolverá dudas, te acompañará en tu espera y en tu emoción.
Hace inventario, revisa cada caja, cada par, cada olor de piel nueva, cada suela perfecta.
Es puente, es guía, es la que siempre está ahí.
Dicen que las marcas tienen alma;
si eso es cierto, Mariana es una de nuestras almas más luminosas.
Alfredo
Alfredo es nuestro cazador de tesoros.
El que camina, busca, toca, huele y compara materiales hasta encontrar esa textura que enamora,
esa piel que vibra, ese color que respira.
Él piensa en logística, en producción, en tiempos y en rutas.
Pero también piensa en ti, en que cada par llegue perfecto, digno, exacto.
Es el guardián del origen de todo.
Humberto
Humberto es manos.
Manos que saben, que sienten, que recuerdan.
Manos que han creado miles de historias sin pronunciar una sola palabra.
Cada zapato que usas pasó antes por sus dedos:
él corta, moldea, cose, pule…
como un pintor que conoce su lienzo incluso con los ojos cerrados.
Humberto no fabrica: crea.
Concepción
Y luego está Concepción.
Con años de experiencia tejida entre los dedos,
con paciencia ancestral y un ritmo casi hipnótico,
ella hace pantuflas como si tejiera recuerdos.
Nudo por nudo.
Hilo por hilo.
Cada pantufla es un abrazo hecho manualmente,
una caricia convertida en calzado.
Su arte es tan auténtico que casi huele a hogar.
Ellos son Vala Blanca.
Los que hacen posible que una idea se vuelva objeto, que un zapato se vuelva historia,
que un diseño se transforme en una pieza que te acompañará por años.
Y yo… yo solo soy la soñadora que imagina.
Ellos son las manos que materializan,
el corazón que sostiene
y la magia que nunca se ve, pero siempre se siente.
Gracias por confiar en nosotros.
Gracias por caminar con un pedacito de cada uno.
Porque detrás de cada paso tuyo…
hay un mundo entero sosteniéndolo.